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La carrera geopolítica por el 6G

La carrera geopolítica por el 6G

 

La mayor parte del mundo todavía no ha experimentado las cualidades de la tecnología 5G, pero la carrera geopolítica por el próximo gran avance en la tecnología de las telecomunicaciones ya está en marcha: el 6G se vislumbra en el horizonte con Estados Unidos y China a la cabeza.

 

Antes de arrancar… ¿Qué es el 5G?

 

La denominación de 5G se refiere a la quinta generación de redes móviles que conocemos. Atrás quedó la antigua red de 1G, la de aquellos primeros teléfonos móviles que solo permitían hablar. La tecnología 2G introdujo los SMS (servicio de mensajes cortos o más conocidos como mensajes de texto), y poco a poco nuestro ‘smartphone’ se convirtió en una herramienta de comunicación cada vez más amplia. Primero se incorporó la conexión a Internet (3G) y después llegó la banda ancha (4G), lo que trajo consigo la reproducción de vídeos en tiempo real (streaming) o la realidad aumentada, algo a lo que ya estamos muy acostumbrados, pero que hace unos años eran completamente inviables.

El 5G es la quinta generación de las tecnologías y estándares de comunicación inalámbrica, el Internet que utilizan dispositivos como nuestro teléfono celular que nos permite conectarnos a la red en cualquier momento y lugar. Por lo tanto, no debemos pensar en este término como algo nuevo, ya que no deja de ser un desarrollo o evolución del actual 4G/LTE.

 

El ring geopolítico del 5G

 

Actualmente, lo que está en juego es algo más que una correcta utilización de las oportunidades que ofrece la tecnología. Así lo han entendido en los últimos años Estados Unidos y China, ambos metidos de lleno en una carrera para lograr la supremacía tecnológica: la prevalencia de las tecnologías otorga a aquel que logra esa posición una ventaja competitiva indudable a la hora de poder imponer sus intereses geopolíticos, económicos, comerciales o incluso culturales.

Hace 50 años, la supremacía mundial se medía por la cantidad de armas nucleares que los países más poderosos almacenaban en su arsenal. En este contexto, La Unión Soviética y Estados Unidos llevaron a cabo la carrera espacial y armamentística. En el siglo XXI, el poder mundial trasciende las armas, y se ubica en el desarrollo de las redes de comunicaciones. Es por ello que, China y Estados Unidos van a librar una guerra tecnológica por la conexión.

 

El 5G también se ha convertido en arena conflictiva en el que ambas potencias compiten en una guerra comercial, utilizando en ocasiones razones de seguridad nacional que, probablemente, también incluyen una buena dosis de protección a empresas nacionales y disputa por la imposición de la tecnología propia.

Si bien el 5G comercial se introdujo alrededor de 2019, los países aún están implementando redes y desarrollando aplicaciones que podrían atraer empresas y hacer que la tecnología sea rentable.

¿En qué se diferencia el 6G del 5G?

La principal diferencia consistirá en la capacidad que tendrá de utilizar frecuencias más altas, un parámetro que es crítico para evaluar nuevas tecnologías y para determinar sus posibles aplicaciones, relacionadas (por ejemplo), con el tratamiento masivo de información en tiempo real. El diseño de 6G permitirá alcanzar velocidades de transferencia de datos de 1 TB/segundo, lo que supone una velocidad 100 veces superior a 5G en la transmisión de datos.

El nuevo tipo de red, que se espera que esté disponible en el año 2030, tendría la capacidad de conectarse con dispositivos mucho más complejos, entre ellos automóviles automatizados, hologramas en tiempo real, drones, helicópteros, entre otros.

Aunque todavía es demasiado pronto para decir si el mundo futurista imaginado alrededor del 6G finalmente se materializará, en ese mundo teórico todo en nuestro entorno estará conectado a las redes 6G.

¿Tecnología o geopolítica?

La pugna por el dominio del 6G ya se está intensificando a pesar de que sigue siendo una propuesta teórica y pone de manifiesto cómo la geopolítica está alimentando las rivalidades tecnológicas, particularmente entre EEUU y China.

Años de sanciones por parte de la administración Trump, han afectado duramente a las empresas de tecnología chinas, pero eso no ha impedido que el país emerja como líder en 5G. El gigante asiático tiene la red 5G más grande del mundo y, a pesar de los múltiples intentos de EEUU de evitarlo, Huawei sobresale claramente entre los proveedores de 5G rivales a nivel mundial, sobre todo al ofrecer precios competitivos.

 

Fuente: Elaboración propia en base a IPlytics Platform database.

El desarrollo del 6G podría brindar a EEUU la oportunidad de recuperar el terreno perdido en la tecnología inalámbrica.

Por su parte, China ya está avanzando. El país lanzó un satélite en noviembre para probar las ondas de radio para una posible transmisión 6G y Huawei ya tiene un centro de investigación 6G en Canadá, según medios del país.

EEUU ya ha demostrado que tiene la capacidad de perjudicar seriamente a las empresas chinas, como en el caso de ZTE, que estuvo a punto de colapsar después de que el Departamento de Comercio le prohibiera durante tres meses en 2018 comprar tecnología estadounidense. Movimientos similares podrían obstaculizar las ambiciones de Huawei en torno al 6G.

Lo que viene será una intensa pelea tecnológica entre superpotencias que no se veía desde los inicios de la carrera espacial entre Estados Unidos y la Unión Soviética.

 

 

 

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